“Vivir sin violencia
es un derecho”, dice el cartel que una nena de 10 años lleva colgado en el
cuello. La acompaña su mamá, que tuvo que enseñarle a su hija, desde muy chica,
que existe gente que le puede hacer daño por ser mujer.
Las calles de Mar del Plata, y de todo el país, se llenaron
de negro en un día de luto y protesta.
Basta. Ni una menos. Vivas nos queremos.
Postales que se repitieron a lo largo de las 10 cuadras de gente que se movilizó
en contra de los femicidios.
Mujeres, hombres, niños, ancianos… Familias enteras marcharon
por una misma razón al ritmo de palmas, cantos o un silencio que dice mucho.
Una remera negra levantada al aire indicaba que Mar estaba
presente, con su rostro sonriendo en la estampa. Los carteles por Lucía se
replicaron por toda la movilización. Lo mismo pasó con Érica, Cristina, Mirian
y tantas otras…
Rodeados por las bocinas de los automóviles la marcha prosiguió su retorno hacia el punto de inicio: el Monumento a San Martín. Allí se hizo el cierre formal de la marcha y el Himno Nacional Argentino resonó fuerte, poderoso por la bronca, la impotencia y, a su vez, por las ganas de revertir la situación.
#NiUnaMenos
Fotos de Franco Forestani.
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