martes, 3 de noviembre de 2015

Hijos Nuestros: La pasión por el fútbol

Hijos nuestros es la ópera prima de los directores Juan Fernández Gebauer y Nicolás Suárez presentada en el 30º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata en el marco de la Competencia Argentina. Es una película de fútbol, pero que no se centra en el desarrollo del juego, sino en cómo la pasión por el deporte y un equipo influyen en la vida de una persona.

Hugo (Carlos Portaluppi) es, antes que nada, fanático de San Lorenzo. Su vida gira en torno al fútbol y a esa institución a la que tanto ama. Luego, es taxista. Un trabajador típico de la ciudad de Buenos Aires, alienado, que, en su pasión, encuentra el sentido de su vida.

Tras unos de sus viajes, Hugo inicia una relación con una mujer cuyo hijo juega al fútbol en un club de barrio. Estas interacciones sociales estarán marcadas por el fanatismo del taxista, que lo afectarán tanto en forma positiva como negativa.

La película se desarrolla sobre un marco de reflexión pero que también da lugar al humor. Las escenas que involucraron a una iglesia entonando una canción sobre “El Ciclón” o a una máquina contestadora que afirma lo que el protagonista teme, fueron las que más carcajadas produjeron.

Los personajes del film se encuentran bien delineados, con sus características y vicios particulares. Además, las buenas actuaciones de Portaluppi, Ana Katz y Valentín Greco resaltaron el trabajo de los directores en el diseño de los protagonistas y los diálogos.

“En el día a día convivimos mucho con el fútbol en Argentina, hay un lenguaje popular que está presente. Los diálogos los escribió Nico (Suárez), y después lo que hicimos fue laburar mucho con los actores. Hicimos muchísimas lecturas para delinear la forma de hablar y hacia dónde íbamos”, comentó Juan Fernández Gebauer.

El film es recomendable para aquellos que, como Hugo, utilizan al fútbol como vía de escape y terminan obsesionados. Pero también, para cualquier persona que sepa apreciar el buen trabajo de dos jóvenes directores. Además, viviendo en Argentina, no podemos negar que el fútbol forma parte de nuestras vidas.

La anécdota de Carlos Portaluppi

Lo vivido por el protagonista durante la presentación de la película merece una mención especial.

Durante la proyección se sentó entre el público, exactamente a mi lado, y no pudo disimular las risas que le causaban las escenas. Al finalizar, el equipo técnico y los actores subieron al escenario a responder las preguntas del público.

“Quiero compartir la alegría de estar acá, viendo la película armada. Me parece que hicieron un trabajo hermoso. Quisiera remontarme a unos años atrás… Estaba en el rodaje de una película, y Juan (Fernández Gebauer), participó en la primera semana del mismo. Yo no hice mucho trato, pero una vez se arrimó a mí y me contó que estaba trabajando sobre un guión y que si alguna vez se le daba la posibilidad de dirigirla le gustaría que yo estuviera con él. Me contó la historia. Me llamó 4 años después, preguntándome si me acordaba de eso… Y yo le conté la película. No me acordaba de él, ni físicamente como era, pero sí de la historia.”, comentó Portaluppi emocionado.

Unas lágrimas salieron tímidas desde sus ojos. Los espectadores, sorprendidos, escucharon atentamente las palabras del actor. Tras una larga pausa, continuó el relato.

“Me parece un gesto hermoso el que tuvo Juan. Un pibe que lo conocí laburando, poniéndole el hombro a una película chica, a una producción realmente muy escueta. Y me emociona que cuatro años después me haya buscado para hacerla. Yo a veces trabajo con pibes que están estudiando cine y los actores les damos el apoyo que se necesita. Pero él ya venía con un empuje muy claro, y haber llegado hasta acá para mi es una emoción muy grande. Aprendí muchísimo al lado de estas dos bestias”, afirmó. Tras su charla, el público no cesó de aplaudirlo tras varios minutos.


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