miércoles, 20 de julio de 2016

La mirada de Orwell en el mundo contemporáneo

El libro "1984" de George Orwell es uno de los textos fundamentales para cualquier persona que se interese en la política, en la psicología o en la sociología, y para todos aquellos que aprecian una buena lectura.


A pesar de ser escrito en 1947, el libro continúa vigente y se pueden observar características de la sociedad distópica escrita por Orwell en el mundo que vivimos ahora.

Goldstein y el enemigo perfecto

Goldstein es la figura de la Revolución, que va en contra de todo lo conseguido por el Partido. 

Goldstein no existe físicamente, si existe como una idea del enemigo perfecto, creada por el Partido.
Sirve como excusa para fomentar el odio y, a su vez, el miedo. El libro de Goldstein al que tiene acceso Winston, fue escrito por O’Brien y otros miembros del Partido. En sí mismo, Goldstein es el chivo expiatorio, el rival ideal de la perfección del partido, y funciona como un método de control.

El objetivo de mantenerse constantemente en guerra es el de mantener intacta la estructura de la sociedad, es decir, de controlarla sin posibilidad de modificaciones. Una guerra conlleva a estar con miedo continuamente y canalizar el odio. Además, sirven para que el sentimiento de patriotismo crezca, y así soportar los males de la sociedad creyendo que es por un bien mayor: el de ganar la guerra.

Pare representar las rivalidades de Eurasia, Oceania y Asia Oriental, Estados Unidos es el primer ejemplo. Constantemente está en guerra, con diversos enemigos, que en un principio son aliados. La Unión Soviética fue aliada de los norteamericanos en la Segunda Guerra Mundial y pasó a ser rival indiscutido en la etapa de la Guerra Fría.


Ahora, el enemigo número uno se encuentra en medio oriente. En películas, libros y series se utiliza siempre un enemigo. En su momento fueron japoneses, luego alemanes, más tarde soviéticos y ahora musulmanes. En “1984” se utiliza también la figura del rival, Goldstein, al que se le teme y se odia con gran intensidad.

Las herramientas de control

Muchas de las herramientas que utiliza el Partido pueden observarse, con mayor o menos parecido, en la actualidad.

Dictadura

Cada país cuenta con su agencia de espionaje o fuerza policial, que difieren de las del libro de Orwell a no ser que el poder político sea una dictadura. Los gobiernos totalitarios sueñan con un mundo como el de “1984”, donde el control es completo.

La dictadura en Argentina utilizó esta herramienta; la desaparición y tortura de personas consideradas “subversivas” por sus pensamientos, que se contradecían a la doctrina del Estado, tal como sucede con el Ministerio del Amor y la Policía del Pensamiento en el libro de Orwell. Otro punto en común es la censura. En Argentina se censuraron libros, canciones, entre otras manifestaciones artísticas. En el libro, el Partido modifica todo lo que se escribe y no concuerda con lo que se quiere que se tome como verdad. La quema de libros realizada durante la última dictadura militar encuentra similitud con los “agujeros de memoria” que se utilizaban en el libro.


Internet

Internet se ha transformado cada vez más en una herramienta de control. Google o Facebook saben todo de nuestra vida, incluso más que nosotros mismos.

Las cámaras de seguridad también funcionan como herramientas de control, ya que vigilan todo lo que uno hace. Las redes sociales tienen información sobre nuestra vida cotidiana y nuestras interacciones sociales.

Si comparamos con el libro de Orwell, la red puede funcionar como una telepantalla, ya que mediante algoritmos relaciona todo lo que nosotros buscamos o hacemos en Internet. Analizan nuestras búsquedas, imágenes, amistades e intereses para manipularnos con publicidades que nos llevan a actuar de una manera que no deseamos.


¿Winston traicionó a Julia?

No. Winston no traicionó a Julia porque al momento de ser torturado, física y mentalmente, pierde toda
razón de ser y sólo se centra en hacer que el dolor cese. En circunstancias normales, nunca hubiera deseado que dejen de torturarlo a él para hacerlo con Julia, pero la tortura constante no es una situación normal.

Winston no traicionó a Julia porque dejó de ser Winston.


Todavía no existe en Argentina una policía del pensamiento, tenemos la suerte de poseer derechos como la libertad de expresión y pensamiento. Sin embargo, el mundo está cambiando. No hay que descuidar estos derechos porque marcan quienes somos. 

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